abril 04, 2013

LO QUE TIENES QUE SABER DE LAS DIETAS.



Frecuentemente somos del tipo de personas que subimos en la balanza por arrepentimiento a lo que nos comimos de mas, como es el caso en que pedimos un postre durante la semana después de una cena, para este tipo de situaciones nos vemos en la obligación moral de llevar una, "Dieta", pues la dieta se asocia a restringir la ingesta de comida para conseguir o mantener cierto peso para alcanzar nuestro objetivo. Esta práctica se desarrolla desde hace milenios, siendo utilizados pioneramente por las geishas en el japon, donde evitan el consumo de arroz y mantenia una dieta liquida durante la semana para satisfacer a sus acompañante en una ceremonia donde se mezclaba la lujuria con la gastronomia, atraves de estas dietas se vincula con un estereotipo que fue modificándose a lo largo de la historia hasta lo que hoy se considera un cuerpo delgado y tonificado como ideal de belleza e, incluso, de éxito personal.
Existieron dietas de moda que se descartaron por su riesgo o ineficacia. Entre los años 40 y 50, circularon pastillas para adelgazar que resultaron ser peligrosas. Surgieron innumerables dietas: de bajas kilocalorías, disociadas, cetogénicas, las altas en proteínas y grasas. Todas logran bajar de peso a corto plazo, perdiendo agua y tejido muscular, más que grasa, o carecen de calcio, hierro, ácidos grasos esenciales y vitaminas, o se exceden en sodio, colesterol y grasas saturadas, arriesgando la vida, explica Paola Marchi, nutricionista.
La obesidad está en aumento. Es la primera enfermedad no transmisible declarada “epidemia” por la OMS. Su tratamiento implica cambios estables en el estilo de vida, combinando ejercicio, alimentación equilibrada y apoyo psicológico. La terapia puede incluir fármacos que deben ser prescriptos por médicos especializados. Otra alternativa es la cirugía, que no significa que el paciente esté libre de cuidados posteriores. Marchi resalta que “el ser humano tiene una naturaleza muy peculiar: cuando algo le es prohibido, automáticamente se transforma en su objeto de deseo”.
Otro punto es que las personas se pesan varias veces al día. “Son más útiles otros parámetros, como la medición de la circunferencia de la cintura y el cálculo del porcentaje de grasa corporal”, indica la profesional.
¿Por qué el fracaso?
Entre los factores están:
No inculcan hábitos sostenibles. Las limitaciones de alimentos aburren y el paciente abandona el tratamiento. El descenso de peso no se mantiene porque la gente vuelve a alimentarse como antes.
No podemos vivir sin comer. Si comemos insuficientemente, surgen señales de alarma de las hormonas y neurotransmisores que ordenan al organismo disminuir el gasto de energía, como protección. Esto hace que al volver a la dieta habitual, además de recuperar kilos, se aumenten.
Olvidan el gasto calórico como componente del balance energético. El peso saludable resulta del equilibrio entre la energía que ingresa y la que se gasta.
Refuerzan la obsesión con la comida. La obesidad está ligada a factores psicológicos, genéticos y medioambientales. Comer es uno de los placeres de la vida, pero se vuelve un problema cuando se busca gratificación o minimizar problemas, comiendo. Así comienza la adicción a la comida.
La experiencia demuestra que tantas dietas no resolvieron la obesidad, sino que, paradójicamente, contribuyeron a agravarla, arriesgando la salud física y psicológica, lamenta la nutricionista.
Puntos clave:
Diferenciar el hambre real de la compulsividad.
Aumentar la actividad física: subir y bajar más escaleras, aprovechar cada oportunidad para caminar.
Saber que no hay alimentos malos, solo cantidades y ciertas combinaciones que no deben realizarse a menudo. Se puede saborear un alfajor o una porción de pizza.
Comer de todo un poco cada día. No llevar un menú rígido.
Armar el plato con una mitad de hidratos de carbono (fideos, arroz, papas) y otra mitad con proteínas (carne de vaca, pollo o pescado, huevos, soja) y vegetales.
Preferir las formas de cocción más saludables: al horno, a la plancha, hervidos y disminuir frituras.
Eliminar tentaciones del hogar y la oficina. No a las galletitas dulces, los chocolates, las papas fritas.

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